Bajo el nombre de «Espacio Abierto», la interiorista Beatriz Silveira ha creado una única estancia con un salón y una cocina integrada. Un espacio con una decoración actual pero con guiños a la tradición (en algunos de sus muebles y complementos) y al arte (en las esculturas). Con esta propuesta ha querido buscar la comodidad y funcionalidad de tener un solo lugar amplio en el que uno puede imaginarse compartiendo noches y cenas íntimas o en compañía.
La cocina en blanco, está diseñada en líneas puras y en materiales nobles, cuenta con todo lo necesario para cumplir su función a la vez que resulta decorativa y perfectamente integrada en el espacio.
Vajilla de Vista Alegre, firma de porcelana que también participa en la presente edición de Casa Decor, y cuya colección ha sido diseñada conjuntamente con Christian Lacroix Maison.
La lámpara de cristales en turquesa es un diseño original de Beatriz, hecha a medida en Valencia por un artesano. La base es de latón con acabado envejecido y las lágrimas son de cristal tintado. Está ubicada sobre la encimera que separa la cocina del salón, y crea un precioso efecto de luces y sombras sobre el techo. Aporta color y elegancia, y acaba siendo la estrella del espacio, sin duda todo un acierto.
En el salón se busca el confort y el equilibrio estético entre piezas de diseño y de anticuario. Las tapicerías son de distintos colores para los cojines y en tonos neutros para los sillones, la alfombra y las cortinas de los ventanales. Un sofá de grandes proporciones preside la estancia, acompañado por muebles auxiliares, lámparas, telas y detalles que ayudan a crear un ambiente elegante y acogedor.
Protagonista del espacio es una escultura de cerámica que adorna la pared, hecha expresamente para la ocasión por María Oriza, denominada «El Filtro Azul de la Conciencia».
Una de las piezas que aporta un toque de color y da calidez, haciendo contraste con los tonos blancos y negros del salón, es el Secreter Holandés del S.XVIII, que fue adquirido en un anticuario del Rastro de Madrid. Una pieza que no pasa desapercibida y que aporta mucho encanto y personalidad a la sala.
En esta última imagen se aprecia el suelo veteado de madera color roble natural, con dibujos geométricos, que aguda a potenciar la calidez de la que hablábamos anteriormente.
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Texto y Fotografía Original Propiedad de Crazy Mary.