Una de mis debilidades cuando busco imágenes de lugares que me inspiran, son las casas o espacios que tienen librerías. Como buena amante de los libros, no puedo imaginarme en una casa que no esté llena de libros. Inmersa estos días en un nuevo trabajo para decorar una cara rural, apareció este proyecto de Jessica Helgerson que me ha llamado la atención. A pesar de ser una vivienda de una sola planta de dimensiones reducidas (54 metros cuadrados), posee una maravillosa biblioteca en el salón, que está ubicada en un espacio diáfano en el que se ha integrado el comedor y la cocina.
Situada en la zona agrícola de Sauvie Island en Portland (Oregon), esta casa fue construida en los años 40 en una propiedad de 2 hectáreas, y ha sido reformada manteniendo su carácter rural. Lo que antiguamente fue una vivienda para los trabajadores de los astilleros de la zona, se ha transformado en una casa unifamiliar para cuatro personas, gracias un proceso de reciclaje que se ha desarrollado en ella durante años. La cocina es un claro ejemplo de ello. Yianni Doulis y Jessica Helgerson, propietarios y artífices de la reforma, cubrieron las paredes de su casa de campo con un revestimiento de madera que había sido recuperada de un antiguo granero ubicado en la propiedad. Optaron por mantener esta pared del fondo entera de madera, y pintar el resto de color blanco. Utilizaron vigas metálicas en color negro en el techo del espacio diáfano que engloba el salón, comedor y cocina, para crear una sensación de amplitud. El toque personal: una estufa de leña de color negro que decora la estancia y además calienta la casa.
La falta de espacio les llevó a plantear la distribución de los espacios de almacenamiento como si de un barco se tratara, y así poder aprovechar cualquier pequeño lugar como contenedor. En el salón, además de la bien aprovechada pared como librería, se han incorporado a esta estructura amplios sofás de un ancho superior al habitual que están construidos sobre una base formada por cajones. Además ambos sofás están ubicados junto a la pared y a los grandes ventanales que iluminan la estancia dejando entrar el aire y la luz natural, lo que han conseguido ampliando las ventanas y bajando los umbrales. Es fácil imaginarse sentado en este lugar leyendo un buen libro… ¿Verdad?
¿Y que os parece este mini-loft? Se trata de un altillo a modo de dormitorio, con vistas al salón y a la cocina, al que se accede con una escalera de madera. Sin duda uno de esos pequeños espacios con encanto digno de mencionar.
El baño también está aprovechado al máximo. ¿Quién podía imaginar tener una bañera junto a la ventana en un espacio tan pequeño? Pues aquí está. Y con dos zonas diferenciadas. La de baño con una bañera antigua blanca que originalmente tenía sus patas de león cromadas, y que han sido sustituidas por unos pies de madera que diseñó y construyó el marido de Helgerson.
Y una zona de aseo con paredes de madera en blanco. Si nos fijamos bien en el reflejo del espejo, vemos que esconde en la pared de enfrente del lavabo un armario de almacenamiento oculto.
Un concepto similar se ha desarrollado en la habitación de los niños, donde se ha utilizado el mismo tipo de madera que en el baño. Las zonas que hay debajo de las camas esconden en su interior cajones para guardar cosas. El hueco junto a las literas alberga un armario extraíble. Además se ha incorporado una cama doble para invitados en la habitación.
En cuanto al entorno han creado una granja ecológica para su autoabastecimiento, con un invernadero de 1.200 metros cuadrados, rodeado de huertos, arbustos y frutales. Crían gallinas, fabrican queso de cabra y de vaca con leche del ganado local, y se dedican también a la apicultura fabricando una deliciosa miel. Su próximo proyecto es convertir este lugar en una granja educativa.
Como parte de la remodelación, el tejado deteriorado fue sustituido por un techo vegetal, plantado con musgo y helechos que fueron recogidos en el cañón del río Columbia. El tejado vegetal, además de aislamiento, ofrece un original contrapunto visual frente al blanco de la fachada, y resulta muy apropiado para una casa tradicional.
Este trabajo ha sido reconocido internacionalmente y destacado por su apuesta por el reciclaje, una distribución muy bien resulta, un cuidado interiorismo, y lo más importante, por ser una vivienda funcional y muy actual que ha sabido conservar la esencia rural de la casa y de su entorno. Por ello ha sido finalista en prestigiosos premios de diseño como:
- 2012 Annual Northwest Design Awards—Whole House Less than $400K
- 2011 Interior Design Magazine Best of Year Award
Un reportaje con fotografía Original de Lincoln Barbour, para Martha Stewart Living Magazine.
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Crazy Mary 