Uno de los proyectos más impresionantes que he visto últimamente es la residencia de Rose Uniacke. Fue finalizada hace cinco años, aunque siguen realizando en ella continuas actualizaciones. Esta casa marcó un antes y un después en la carrera de Uniacke, situándola como uno de los principales diseñadores de interiores de Gran Bretaña, aclamada por su capacidad para materializar una perfecta combinación entre sofisticación y habitabilidad.
Esta enorme casa del siglo XIX, se encuentra en el centro de Londres. Originalmente fue la galería, estudio y residencia privada del artista James Rannie Swinton. Un retratista muy popular en la alta sociedad londinense, que construyó este edificio en 1850 con la idea de albergar en él su estudio creativo. Fue diseñado con unas enormes proporciones con la intención de impresionar a sus clientes ricos de la época.
Posteriormente la propiedad fue dividida en varios apartamentos. Rose llevó a cabo una renovación completa de la propiedad y la convirtió en una casa familiar, una sola vivienda con un patio interior, cine, bodega, spa y piscina.
Era un proyecto importante, que requería un extenso trabajo de restauración. Esto incluyó la demolición de una escalera pesada, y poco apta, que se instaló tras el daño causado por las bombas en la Segunda Guerra Mundial. Se reemplazó por una escalera de piedra de 12 toneladas en voladizo, más típica del edificio original. Todas los yeserías y molduras fueron cuidadosamente restaurados por artesanos cualificados, utilizando técnicas tradicionales.
Una paleta moderada y sutil, un acertado mobiliario y decoración, texturas originales y orgánicas no tratadas, como el mármol, tablas de madera natural sin barnizar, losas de piedra caliza y sábanas ásperas, contribuyen a dar a la casa calidez, energía, serenidad y mucha personalidad. Ha conseguido ofrecer una lección magistral sobre como crear un lugar elegante y confortable, único en el mundo, y su trabajo ha sido muy aclamado por ello, tanto por especialistas, como por la prensa especializada y el público en general.
También mezcla con mucho talento el arte antiguo y contemporáneo. Desde piezas y muebles de anticuario, hasta objetos modernos, que conviven con elegantes antigüedades junto a los diseños de Rose. En el estudio del segundo piso, por ejemplo, que originalmente era un salón de baile, cuenta con una alfombra Mughal del siglo XVII, junto a enormes fotografías contemporáneas que ocupan desde el suelo hasta el techo, un escritorio octagonal de los socios Regency y dos sofás espaciosos y cómodos.
La casa también es muy funcional y moderna. El sonido y la temperatura están controlados por paneles de iPad ocultos en cada habitación.
Estamos ante una de las construcciones más bellas de Londres, que es a la vez una vivienda moderna, un edificio histórico y una casa que ha recuperado su alma para convertirse en un verdadero hogar.
Para Rose Uniacke, «este es un edificio clásico y quería ser fiel al entorno original, si el espacio está bien equilibrado, entonces las habitaciones pueden ser amuebladas de forma sencilla y se puede respirar. En ese contexto, el diseño puede ser muy mínimo«.
Rose describe su casa como un palazzo italiano visto como un monasterio. No te pierdas el precioso vídeo que publica en su página web sobre la casa, en el que habla de sus impresiones sobre ella y de su trabajo. Es un lugar realmente maravilloso y único que desborda felicidad, armonía, elegancia y belleza. Puedes verlo en el siguiente enlace:
http://roseuniacke.com/article/residence